jueves, 25 de junio de 2009

Secretos Escondidos

Luego de muchos años de escuchar personas que buscan ayuda en terapia, sé que siempre guardan secretos. Inaceptables e inconfesables, van corroyendo el alma. Las personas sienten que en este momento de sus vidas, portan un peso tan insoportable, que inconscientemente y por cualquier motivo, buscan ayuda terapéutica. Luego de comenzar el proceso, y muy poco a poco, comienza a soltarse el rollo de angustia y confusión que es el verdadero nudo traumático. El motivo aparente por el que buscaron ayuda terapéutica, va quedándose atrás y en ocasiones, se resuelve por sí mismo. El otro, el secreto, lo innombrable, surge lento y emerge cuando la mente consciente está preparada para hablarlo y en el habla y en el poder que contienen las palabras, está la sanación.

Cuando en la vida de las personas hay secretos, la mente tiene dos formas de seguir viviendo con ellos. Una es la supresión, la otra es la represión. Ambas te ayudan a calmar la angustia y la desesperación que te causaron. Con la supresión, evitas enfrentarlos en tu diario vivir, aunque sabes que está ahí, metido detrás de la cortina. Tú percibes la sombra de lo oculto. La supresión alivia. En cualquier momento, y como si fuera una cosa con vida propia, el secreto te mueve la cortina para que no olvides que está ahí escondido.

La represión es el mecanismo de defensa que utilizaste para que, ni en tus peores días y noches, tu mente consciente lo supiera. Ha sido tan eficaz, que tú nunca percibiste la represión. Lo terrible es lo desastroso que hubiera sido saberlo, por eso, lo mandaste a lo más recóndito de tu baúl de recuerdos de polvo y telarañas. Jamás, lo habías sospechado. Tú, la persona que enfrentas la vida con valentía y decisión, arrojo y seguridad, nunca supusiste que guardabas ese terrible secreto. Sin embargo, y aparentemente de momento, tuviste una situación que te movió el falso soporte en que se apoyaba toda tu existencia. Un olor a podredumbre comenzó a filtrarse desde tu inconsciente portando la sensación de que en tu vida había algo oculto y putrefacto. Entonces, comenzó tu angustia. Te llegó una enfermedad, o una depresión, o una ansiedad generalizada. Tienes ciertos sueños terribles. O reaccionas con esas inesperadas palabras llenas de furia inexplicable. No tienes idea de qué está pasando contigo. En ocasiones, esas cosas no guardan relación con tu perfecta Máscara creada. Es lo reprimido que surge, es tu secreto.

Si esto es lo que vives en este momento, busca ayuda, limpia ya de una vez eso tan terrible que es tu secreto. Te recomiendo que lo hagas con entereza compasiva. Lo que quiera que haya sido, ya rompió el cerrojo y airearlo te dará la plenitud de una vida completa. Estoy aquí para ayudarte.

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